El Universal
Sección. Cartera
Página 3
Serios jaloneos en industria para nueva NOM de bebidas alcohólicas, reclutan expertos de ECONOMIA y por consensos este mes
SI BIEN la industria de bebidas alcohólicas ha logrado crecer en los últimos 2 ó 3 años a ritmos sostenidos, esto pese al pírrico avance de la economía, el gran problema que prevalece es la ilegalidad.
La Comisión para la Industria de Vinos y Licores (CIVYL) que preside Ángel Abarrategui estima que ese fenómeno significa 21 millones de cajas de 9 litros, es decir 189 millones de botellas que equivalen al 43% del mercado nacional.
La industria con SHCP de Luis Videgaray y el SAT de Aristóteles Núñez suscribieron al inicio del año el convenio "Juntos contra la ilegalidad" para acotar el negocio apócrifo que tiene décadas de engordar, máxime la onerosa carga impositiva que se paga.
Como parte de las acciones adoptadas, COFEPRIS de Mikel Arriola tiene un año récord de decomisos. Hasta junio se habían confiscado más de 2 millones de litros, cifra que supera lo logrado en el último trienio.
Este esfuerzo no puede ser flor de un día, y se requerirá mantenerlo de forma permanente, con el control de las aduanas y el seguimiento a la utilización del alcohol etílico.
En este abanico de medidas ya le platicaba que en ECONOMIA de Ildefonso Guajardo se analiza la elaboración de una nueva norma oficial para bebidas alcohólicas, con la cual se busca cerrar los espacios a productos irregulares que hoy se ofrecen sin empacho en el comercio formal.
Los trabajos que iniciaron a finales de julio están a cargo de la Dirección General de Normas que dirige Alberto Esteban Marina y participa toda la industria.
Como era lógico, el amalgamar los distintos intereses que hay en el rubro de vinos y licores no ha resultado sencillo y ya se desfasó el objetivo de tener un documento final para octubre.
Más allá de los esfuerzos gubernamentales aún prevalecen hondas diferencias entre las compañías líderes del negocio, lo que incide en el proceder de cámaras y asociaciones que participan en el proceso.
Por ejemplo existe una fuerte confrontación entre DIAGEO que encabeza Erik Seiersen y Pernod Ricard de Noël Adrián para la definición y especificaciones del brandy.
A su vez otras empresas pequeñas mantienen diversas posturas en bebidas consideradas entre las 5 más importantes, entre ellas tequila y mezcal. En esa discusión participa de manera protagónica Cuervo de Juan Beckmann.
En el enredo también el Consejo Mexicano Vitivinícola que lleva Daniel Milmo ha puesto en la mesa las características para ese producto, al igual que Cerveceros de México que lleva Maribel Quiroga para la cerveza.
La norma antes conocida como "triple cero", va a tener gran relevancia para la industria de bebidas alcohólicas, al convertirse en la referencia para toda la información comercial y de contenido, a fin de que lo expuesto en la etiqueta sea verídico de cara al consumidor.
Hasta ahora se han realizado unas 8 reuniones del grupo de trabajo conformado por más de 40 expertos de la industria. CANACINTRA a través de su vicepresidente Raúl Rodríguez es el coordinador de los esfuerzos por la IP.
Dada la importancia del tema, la Cámara del Tequila que preside Luis Velasco incluso reclutó a Roberto Anaya, quien era director adjunto de normas, para convertirlo en su director general. Dicha posición en ECONOMÍA estuvo acéfala y ya la ocupó Jesús Lucatero.
Otras multinacionales se han apoyado en dos ex directores generales de normas como son Miguel Aguilar y Roberto Consuegra, quienes participan en las negociaciones como asesores.
Como puede ver no ha sido fácil avanzar en la elaboración de esta nueva norma para bebidas alcohólicas que por cierto ya fue definida como NOM-199-SCFI-2015.
La intención es obtener consensos este mes, de tal manera que la valiosa herramienta pueda someterse a consulta pública. Como quiera para la definición habrá que esperar al 2016.
Autor. Alberto Aguilar
Columna. Nombres, nombres y… nombres
4 de noviembre de 2015
Serios jaloneos en industria para nueva NOM de bebidas alcohólicas
SI BIEN la industria de bebidas alcohólicas ha logrado crecer en los últimos 2 ó 3 años a ritmos sostenidos, esto pese al pírrico avance de la economía, el gran problema que prevalece es la ilegalidad.
La Comisión para la Industria de Vinos y Licores (CIVYL) que preside Ángel Abarrategui estima que ese fenómeno significa 21 millones de cajas de 9 litros, es decir 189 millones de botellas que equivalen al 43% del mercado nacional.
La industria con SHCP de Luis Videgaray y el SAT de Aristóteles Núñez suscribieron al inicio del año el convenio "Juntos contra la ilegalidad" para acotar el negocio apócrifo que tiene décadas de engordar, máxime la onerosa carga impositiva que se paga.
Como parte de las acciones adoptadas, COFEPRIS de Mikel Arriola tiene un año récord de decomisos. Hasta junio se habían confiscado más de 2 millones de litros, cifra que supera lo logrado en el último trienio.
Este esfuerzo no puede ser flor de un día, y se requerirá mantenerlo de forma permanente, con el control de las aduanas y el seguimiento a la utilización del alcohol etílico.
En este abanico de medidas ya le platicaba que en ECONOMIA de Ildefonso Guajardo se analiza la elaboración de una nueva norma oficial para bebidas alcohólicas, con la cual se busca cerrar los espacios a productos irregulares que hoy se ofrecen sin empacho en el comercio formal.
Los trabajos que iniciaron a finales de julio están a cargo de la Dirección General de Normas que dirige Alberto Esteban Marina y participa toda la industria.
Como era lógico, el amalgamar los distintos intereses que hay en el rubro de vinos y licores no ha resultado sencillo y ya se desfasó el objetivo de tener un documento final para octubre.
Más allá de los esfuerzos gubernamentales aún prevalecen hondas diferencias entre las compañías líderes del negocio, lo que incide en el proceder de cámaras y asociaciones que participan en el proceso.
Por ejemplo existe una fuerte confrontación entre DIAGEO que encabeza Erik Seiersen y Pernod Ricard de Noël Adrián para la definición y especificaciones del brandy.
A su vez otras empresas pequeñas mantienen diversas posturas en bebidas consideradas entre las 5 más importantes, entre ellas tequila y mezcal. En esa discusión participa de manera protagónica Cuervo de Juan Beckmann.
En el enredo también el Consejo Mexicano Vitivinícola que lleva Daniel Milmo ha puesto en la mesa las características para ese producto, al igual que Cerveceros de México que lleva Maribel Quiroga para la cerveza.
La norma antes conocida como "triple cero", va a tener gran relevancia para la industria de bebidas alcohólicas, al convertirse en la referencia para toda la información comercial y de contenido, a fin de que lo expuesto en la etiqueta sea verídico de cara al consumidor.
Hasta ahora se han realizado unas 8 reuniones del grupo de trabajo conformado por más de 40 expertos de la industria. CANACINTRA a través de su vicepresidente Raúl Rodríguez es el coordinador de los esfuerzos por la IP.
Dada la importancia del tema, la Cámara del Tequila que preside Luis Velasco incluso reclutó a Roberto Anaya, quien era director adjunto de normas, para convertirlo en su director general. Dicha posición en ECONOMÍA estuvo acéfala y ya la ocupó Jesús Lucatero.
Otras multinacionales se han apoyado en dos ex directores generales de normas como son Miguel Aguilar y Roberto Consuegra, quienes participan en las negociaciones como asesores.
Como puede ver no ha sido fácil avanzar en la elaboración de esta nueva norma para bebidas alcohólicas que por cierto ya fue definida como NOM-199-SCFI-2015.
La intención es obtener consensos este mes, de tal manera que la valiosa herramienta pueda someterse a consulta pública. Como quiera para la definición habrá que esperar al 2016.
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