Milenio
Sección. Negocios
Autor. Miriam Ramírez
Página 31
22 de junio de 2015
Etiquetado frontal, un proceso largo y costoso
Las empresas de alimentos están obligadas, a partir del 1 de julio, a colocar un etiquetado frontal con información nutrimental en el empaque de todos sus productos, proceso al que han destinado importantes recursos, aunque no todas las empresas podrán cumplir en tiempo con el requisito.
Lorena Cerdán, directora general de Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (Con México), dijo que el avance del etiquetado frontal entre las compañías varía mucho, pues depende de su tamaño, del número de productos y de la vida en anaquel de los artículos. "Es un proceso largo y costoso, que implica mucha supervisión por parte de las compañías", consideró. Parte del origen de esta iniciativa figura en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 del gobierno federal, donde trazó las directrices en esa materia, debido a los problemas de salud que genera el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), 42.6 por ciento de los hombres mayores de 20 años de edad presenta sobrepeso y 26.8 por ciento padece obesidad. En las mujeres es 35.5 y 37.5 por ciento, respectivamente.
El etiquetado GDA (Guía Diaria de Alimentación) fue introducido de manera voluntaria desde 2008 y utilizado por empresas como Coca-Cola. Sin embargo, el 14 de febrero de 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto por el que se establecieron las disposiciones del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios.
Desde 2007, Nestlé incluye un etiquetado informativo en todos sus productos, acercando a sus consumidores información sobre el contenido que éstos ofrecen al consumidor. Desde que la Cofepris anunció el cambio en la regulación de etiquetado, "Nestlé puso en marcha un plan para actualizar las etiquetas en sus productos y cumplir así con los nuevos lineamientos", dijo la compañía. Una vez que entre en vigor el reglamento, Nestlé tendrá 80 por ciento de sus productos en cumplimiento.
Según ConMéxico, no es lo mismo manejar 15 o 20 categorías de productos que una sola; ni es igual un portafolio de 400 artículos a uno de mil, o bien productos de alta rotación. Y eso es lo que determina qué tan rápido las empresas realizan el etiquetado.
"Las empresas destinan una inversión importante para adaptarse al cambio, pues implica rediseñar etiquetas, imagen en algunos casos, y hay costos de producción y modificación", dijo Cerdán.
En el caso de Nestlé, para completar su portafolio, la Cofepris ha concedido una prórroga para cumplir con el proceso de cambio en anaquel, principalmente en productos de importación con altas inversiones en empaque.
"Esta prórroga permite evitar la generación de deshechos innecesarios", refirió la compañía.
Por otra parte, El Poder del Consumidor ha declarado que el etiquetado frontal no es entendido por los consumidores.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Obesidad, realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria en agosto de 2014,12 por ciento no pudo responder cuál era la cantidad recomendada de ingesta de calorías en la población.
"La gente no tiene la menor idea de las calorías recomendadas y esto frente a un etiquetado que habla de calorías y no en gramos como anteriormente, es incomprensible", expresó Alejandro Calvillo, director del organismo.
Sostuvo que el objetivo' de los etiquetados frontales, de acuerdo con recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, es que sean visibles y que lleven a la elección de alimentos más saludables.
Por lo anterior, recomienda que el etiquetado frontal debe ser una advertencia; es decir, indicar si el producto contiene altos, medios y bajos contenidos de azúcar añadida, grasas saturadas y sodio.
Además, el etiquetado debe estar desarrollado a partir de estudios con consumidores mexicanos. Además, los criterios deben ser elaborados por expertos libres de conflicto de interés y siguiendo las recomendaciones internacionales.
No obstante, Cerdán, de ConMéxico, sostiene que el etiquetado autorizado por la Cofepris se apega a las mejores prácticas internacionales y es compatible con el etiquetado que realizan algunos de los principales socios comerciales, por lo que puede ser una herramienta positiva para el consumidor.
"Habrá que ver qué sucede con la implementación generalizada del etiquetado frontal, pues por supuesto la clave de cualquier etiquetado es orientar al consumidor sobre la manera en que deba consultarlo, para que pueda dar utilidad práctica", dijo.
Añadió que el etiquetado cumple con algunos de los atributos de claridad y transparencia, pues finalmente lo que hace este etiquetado es describir qué es el producto.
Lorena Cerdán, directora general de Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (Con México), dijo que el avance del etiquetado frontal entre las compañías varía mucho, pues depende de su tamaño, del número de productos y de la vida en anaquel de los artículos. "Es un proceso largo y costoso, que implica mucha supervisión por parte de las compañías", consideró. Parte del origen de esta iniciativa figura en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 del gobierno federal, donde trazó las directrices en esa materia, debido a los problemas de salud que genera el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), 42.6 por ciento de los hombres mayores de 20 años de edad presenta sobrepeso y 26.8 por ciento padece obesidad. En las mujeres es 35.5 y 37.5 por ciento, respectivamente.
El etiquetado GDA (Guía Diaria de Alimentación) fue introducido de manera voluntaria desde 2008 y utilizado por empresas como Coca-Cola. Sin embargo, el 14 de febrero de 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto por el que se establecieron las disposiciones del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios.
Desde 2007, Nestlé incluye un etiquetado informativo en todos sus productos, acercando a sus consumidores información sobre el contenido que éstos ofrecen al consumidor. Desde que la Cofepris anunció el cambio en la regulación de etiquetado, "Nestlé puso en marcha un plan para actualizar las etiquetas en sus productos y cumplir así con los nuevos lineamientos", dijo la compañía. Una vez que entre en vigor el reglamento, Nestlé tendrá 80 por ciento de sus productos en cumplimiento.
Según ConMéxico, no es lo mismo manejar 15 o 20 categorías de productos que una sola; ni es igual un portafolio de 400 artículos a uno de mil, o bien productos de alta rotación. Y eso es lo que determina qué tan rápido las empresas realizan el etiquetado.
"Las empresas destinan una inversión importante para adaptarse al cambio, pues implica rediseñar etiquetas, imagen en algunos casos, y hay costos de producción y modificación", dijo Cerdán.
En el caso de Nestlé, para completar su portafolio, la Cofepris ha concedido una prórroga para cumplir con el proceso de cambio en anaquel, principalmente en productos de importación con altas inversiones en empaque.
"Esta prórroga permite evitar la generación de deshechos innecesarios", refirió la compañía.
Por otra parte, El Poder del Consumidor ha declarado que el etiquetado frontal no es entendido por los consumidores.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Obesidad, realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria en agosto de 2014,12 por ciento no pudo responder cuál era la cantidad recomendada de ingesta de calorías en la población.
"La gente no tiene la menor idea de las calorías recomendadas y esto frente a un etiquetado que habla de calorías y no en gramos como anteriormente, es incomprensible", expresó Alejandro Calvillo, director del organismo.
Sostuvo que el objetivo' de los etiquetados frontales, de acuerdo con recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, es que sean visibles y que lleven a la elección de alimentos más saludables.
Por lo anterior, recomienda que el etiquetado frontal debe ser una advertencia; es decir, indicar si el producto contiene altos, medios y bajos contenidos de azúcar añadida, grasas saturadas y sodio.
Además, el etiquetado debe estar desarrollado a partir de estudios con consumidores mexicanos. Además, los criterios deben ser elaborados por expertos libres de conflicto de interés y siguiendo las recomendaciones internacionales.
No obstante, Cerdán, de ConMéxico, sostiene que el etiquetado autorizado por la Cofepris se apega a las mejores prácticas internacionales y es compatible con el etiquetado que realizan algunos de los principales socios comerciales, por lo que puede ser una herramienta positiva para el consumidor.
"Habrá que ver qué sucede con la implementación generalizada del etiquetado frontal, pues por supuesto la clave de cualquier etiquetado es orientar al consumidor sobre la manera en que deba consultarlo, para que pueda dar utilidad práctica", dijo.
Añadió que el etiquetado cumple con algunos de los atributos de claridad y transparencia, pues finalmente lo que hace este etiquetado es describir qué es el producto.
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