Excélsior
Esperemos que ahora sí: ¡litros de a litro!
Le tengo una buena noticia. Será en poco menos de cuatro meses cuando entre en vigor tanto la NOM-005-SCFI-2011 como la NOM-185-SCFI-2015; la primera regulará despachadores de gasolina y la segunda el software que utilizan.
Con ambas normas, los consumidores dejaremos de pagar cada año 71,518 millones de pesos (mdp), por gasolina que nos cobran pero que no llega a nuestros tanques.
Ya le he mantenido informado respecto a este par de normas que impulsa la Secretaría de Economía, que lleva Ildefonso Guajardo, a través de la Dirección General de Normas, que dirige Alberto Ulises Esteban Marina, y que preside el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Seguridad al Usuario, Información Comercial y Prácticas de Comercio (CCNNSUICPC), y que fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el pasado 6 de mayo; a partir de esa fecha, arranca la consulta pública por 60 días naturales.
Lo relevante es que en la confección de estas normas participaron los gasolineros agrupados en la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), que preside José Ángel García Elizondo, además del Centro Nacional de Metrología (Cenam), que dirige Héctor Octavio Nava Jaimes, organismo que resultó fundamental para que las revisiones a los casi 50,000 dispensadores funcionen para despachar litros de litro y supervisar a detalle que ése sea el caso.
Los gasolineros tendrán que invertir en el cambio y actualización de equipos poco más de 2,000 mdp; pero fíjese que la postura de la Onexpo, ha sido la de no escatimar recursos de cara a la apertura energética, y su conclusión fue que una legislación y una normatividad más robustas, darán un piso parejo a los actores del mercado de combustibles, actuales y futuros.
Y mire, ya le informaba que las normas actuales son tan endebles que los gasolineros se amparaban. No obstante, la disposición a escuchar permitió que Onexpo trabajara con la autoridad y el llamado a no tomar la ruta del amparo a sus afiliados ha tenido un resultado muy positivo.
Sólo esperan que las normas se cumplan, se respeten y que no llegue otro “Benito abusadito” mañana para querer cambiarla, porque la inversión a realizar tampoco es cosa de juego o capricho político, sea del color que sea.
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