martes, 14 de febrero de 2017

¿Qué estás comiendo?

Reforma
Sección. Buena Mesa
Autor. Sonia Yéñez
Página 7
27 de enero de 2017

¿Qué estás comiendo?


La próxima vez que vayas al súper, tómate un minuto para descifrar las etiquetas. Ahí está la clave para bajarle al consumo de grasas, azúcares, sal y aditivos

Sofía M. Yáñez

El etiquetado es la forma directa de informar a los consumidores todo lo que necesitan saber sobre el producto; sin embargo, son pocos los que se toman el tiempo de analizarlo y menos los que saben interpretar qué dice.

"Necesitamos aprender a consumir de una manera informada y consciente. La gran cantidad de información y opiniones que nos llegan sobre alimentos y nutrición, muchas veces sin sustento científico, ha provocado que nos volvamos desconfiados al comer y beber.

"Falta mucho por hacer en términos de normatividad. En México vamos un poco atrasados con las regularizaciones", comenta el Aurelio López-Malo, experto en ingeniería de alimentos, durante el Taller de Información Nutrimental y Etiquetado de Alimentos Procesados.

DE GRASA

Según la Organización Mundial de la Salud, la recomendación diaria de consumo de grasas es de entre 15 y 30 por ciento. Menos del 10 por ciento puede ser grasa saturada.

Un alimento procesado se considera alto en grasa cuando, por cada 100 gramos, contiene 20 o más de grasa, moderado cuando tiene entre 5 y 20 gramos y bajo cuando tiene menos de 5 gramos.

Se aconseja evadir las grasas trans -obtenidas de la hidrogenación de aceites vegetales-, pues aumentan el colesterol y los triglicéridos, e incrementan el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

DE AZÚCAR

Los alimentos pueden contener azúcares naturales y añadidos, ya sea endulzantes, como azúcar blanca o morena, melaza y miel, o químicos, como el jarabe de maíz.

Localiza ingredientes con terminación "osa" (glucosa, sacarosa, fructosa, lactosa...), además de mieles o jarabes. Entre más encuentres, más azúcares contiene el producto. Algunos, como sorbitol, manitol o xilitol, son sustitutos.

Un alimento alto en azúcar contiene, por cada 100 gramos, 10 de azúcar. Se considera moderado entre 2 y 10 gramos, y bajo cuando tiene menos de 2 gramos.

DE SAL

Ten en cuenta el contenido de sodio y procura no rebasar la ingesta recomendada. La OMS sugiere no consumir más de 5 gramos de sal al día.

La sal que solemos añadir directamente del salero representa 11 por ciento de nuestra ingesta total. Otro 12 por ciento corresponde al sodio que los alimentos contienen de manera natural y el 77 por ciento restante, al que contienen los alimentos procesados.

Un alimento procesado se considera alto en sodio cuando tiene, por cada 100 gramos, 1 de sal o más y bajo cuando tiene 0.25 gramos o menos.

Antes de comprar

Para elegir sabiamente:

1 Revisa que el empaque no esté abierto o maltratado -eso puede comprometer la calidad y salubridad del producto- y luego fíjate en la caducidad. Tttodo empaque debe señalarla y ésta advierte sobre el límite de consumo. El consumo preferente sólo indica la expiración del periodo de comercialización, pero el producto puede ser aún ingerido, siempre y cuando no exceda su caducidad.

2 El tamaño importa: lee con cuidado cuántas son las porciones por envase. Por estrategia de mercadotecnia, la mayoría de los productos basan su información en porciones mínimas. Si quieres saber el total, multiplica el contenido nutrimental por el número de porciones contenidas en la caja, frasco o lata.

3 Es obligatorio enlistar los ingredientes por cantidad en orden descendente. El primero es el más abundante. Hay productos que se anuncian "enriquecidos con vitaminas y minerales"; sin embargo, al leer, sus principales componentes son: harinas, azúcares y sal.

4 Recientemente, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) estableció como obligatorio el etiquetado frontal. Son cinco íconos que indican contenido calórico por porción, total de grasas, grasas saturadas, azúcares y sodio. Además, se muestra el porcentaje de dichos nutrimentos respecto a la ingesta diaria máxima recomendada.

5 El porcentaje de cada ingrediente en la etiqueta se basa en una persona que consume 2 mil calorías por día. Si un alimento tiene menos de 0.5 gramos en el tamaño de la porción, el fabricante de dicho alimento puede no enlistarlo. Este dato es importante para las personas con algún tipo de alergia.

6 Al leer las etiquetas, te darás cuenta de que mientras hay alimentos que tienen varios tipos de aditivos y conservadores, otros simplemente contienen el ingrediente principal y uno o dos más. Esta última opción podría considerarse un poco más "natural".

Fuentes: Consejo Latinoamericano de Información Alimentaria (CLIA), Norma Oficial Mexicana NOM-051 SCFI/SSA1-2010, Manual de Etiquetado

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