lunes, 17 de agosto de 2015

Perfilan nueva autoridad para regular atención médica

El Economista
Sección. Empresas y Negocios
Autor. Maribel R. Coronel
Columna. Salud y Negocios
Página  22
17 de agosto de 2015
Perfilan nueva autoridad para regular atención médica

Muchos de los problemas que padece el sistema de atención médica mexicano es que opera con buenos productos, pero mal utilizados. Veamos los dos recientes casos muy difundidos de errores médicos: el de la vacuna infectada en Chiapas que derivó en la muerte de dos bebés y el del niño de Sonora operado del ojo equivocado. 

Ambos fueron errores de proceso. La vacuna estaba bien, pero no fue manejada bajo los estrictos cuidados para evitar que se infectara y por eso al momento de vacunarlos quedaron infectados muchos bebés. Por otro lado, el hospital en Ciudad Obregón donde se extirpó el ojo sano en vez del que tenía un tumor maligno, evidentemente tampoco cumplió los protocolos que debieron obligar al médico y a sus asistentes a preverificar que hacían correctamente las cosas. 

En materia sanitaria México ha avanzado significativamente en garantizar la calidad de productos seguros y eficaces. Lo que sucede es que productos seguros y eficaces no garantizan buena atención médica si no se usan adecuadamente. Se requiere un marco jurídico claro para vigilar todo lo relacionado con los procesos que cumplen quienes prestan atención médica. 

La Cofepris, de Mikel Arriola, regula productos y, si bien es cierto que también vigila establecimientos, no se mete a procesos médicos como tales. Por ejemplo, entró a poner orden en consultorios en farmacias, pero no es suficiente. La Cofepris se concentra en checar que las instalaciones cumplan con todo, pero no le corresponde verificar prescripciones ni atención médica. 

Existe una iniciativa que ya está en el Jurídico de la Presidencia que propone un cambio al artículo 17 de la Ley General de Salud para crear una Comisión Federal para la Regulación y Vigilancia de Servicios de Atención Médica y al mismo tiempo fortalecer y darle dientes a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), que lleva José Meljem. 

La idea es que sea una de las primeras iniciativas a presentarse en septiembre a la LXIII Legislatura. Nuestras fuentes nos indican que la nueva comisión sería reguladora, al mismo nivel de la Cofepris. También tendría capacidad de imponer sanciones monetarias, y generar sus propios ingresos, de modo que pueda ser autosustentable. Ello, en esta época de recortes, significa que no tiene el obstáculo presupuestal y el equipo hacendario de Luis Videgaray no lo verá con malos ojos. 

De ser aprobada será una reforma trascendental, porque se estaría poniendo un cimiento para construir la deseada universalización. Cómo se podría universalizar el acceso al servicio de atención médica si antes no quedan bien claras y homologadas para todo el sistema las reglas del juego. El presente gobierno está tratando primero de universalizar esas reglas. No es deseable universalizar el acceso sin tener una instancia firme y fortalecida que regule los procesos médicos y sancione a quien no los cumpla. 

Ya vivimos la experiencia del Seguro Popular, donde se han metido decenas de miles de millones de pesos de presupuesto, y sin embargo no se reflejan en mejoramiento del nivel de salud de la población. Ahora por lo menos ya empezaron a ser fiscalizados dichos recursos, porque muchos millones se diluyeron en las manos de los gobernadores. Se entiende que con la reforma al Seguro Popular que entró en vigor este año ahora tienen atadas las manos para no tomar y desviar dinero que es expresamente para la salud de sus gobernados. 

Quedarían entonces tres comisiones federales como organismos desconcentrados de la Secretaría de Salud -Cofepris, Conamed y la nueva comisión-, cada una con facultades específicas, con independencia técnica, pero sin autonomía presupuestaria ni personalidad jurídica propia, y con capacidad para sancionar férreamente a quien no cumpla con las reglas.

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