martes, 20 de junio de 2017

Faltan oncólogos y mastógrafos para detectar cáncer de mama

Milenio
Sección. Nacional
Autor. Blanca Valdez
Página 47
05 de junio de 2017

Faltan oncólogos y mastógrafos para detectar cáncer de mama


Un estudio de percepción efectuado en 13 centros oncológicos públicos que atienden a mujeres con cáncer de mama que no son derechohabientes de sistemas de seguridad social evidenció que algunas instalaciones no tienen equipo ni departamentos de radioterapia, otros cuentan con mastógrafos de cobalto (obsoletos) y los que tienen aparatos digitales están subutilizados, aseguró Abelardo Meneses, director general del Instituto Nacional de Cancerologia (Incan).

En México se tiene registrado alrededor de mil 138 mastógrafos, 40 por ciento se encuentra en dependencias de Salud (federal y estatal 17 por ciento) en IMSS; 7 por ciento en Issste y el resto distribuido en organizaciones como el Fucam. El problema es que solo un tercio (de los artefactos) es digital, detalló Meneses. Los equipos analógicos, abundó, tienen problemas técnicos para su calibración, lo que provoca un amplio margen de error.

Afortunadamente, con el Seguro Popular estamos trabajando para cambiar los aparatos de cobalto, hay 16 nuevos en puerta y esperemos que los viejos pronto se conviertan en piezas de museo, expersó el director del Incan.

Calidad y cantidad
En la presentación del informe Percepciones de personal de salud y experiencias de atención médica de pacientes con cáncer de mama en los principales centros oncológicos públicos disponibles para población no derechohabiente de seguridad social del país respecto a los principales servicios descritos en la Norma Oficial Mexicana 041 para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer, Meneses también se refirió a la calidad de las imágenes.

Ciudad de México, por ejemplo, cuenta con el mayor número de mastógrafos, 80 por ciento se encuentra en funcionamiento, pero la mayor parte de ellos no pasan por las pruebas de calidad requeridas, comentó ante Karla Unger, investigadora del Incan y encargada de encabezar el equipo que levantó las entrevistas a mil 200 pacientes de bajos recursos y 62 prestadores de servicios de salud en 12 entidades.

Un aparato, se calcula, puede hacer 72 mastografías por día contemplando los diferentes turnos; la mayoría hace entre seis y ocho por día, lo cual es un desperdicio, ya que con esa cantidad de mastógrafos se puede cubrir a 17 millones de mujeres que requieren el tamizaje por tener 40 o más años, pero muchos no están en buenas condiciones, carecen de póliza y no se les da mantenimiento, afirmó Meneses.

A ello se suma otro problema: De los cerca de 4 mil radiólogos que hay en México, solamente 10 por ciento está certificado para hacer una lectura adecuada de la mastografía, por lo que el Incan está impartiendo cursos de capacitación.

Detección y atención Unger comentó que, de acuerdo con los resultados del estudio, solo 12.7 por ciento de las mujeres encuestadas fue detectado a través de mastografía de tamizaje, a pesar de que el cáncer de mama es la principal causa de muerte en mujeres mexicanas.

La baja cobertura de mastografías con la infraestructura instalada, dijo, obedece a diferentes razones, una de ellas, es que los recursos del Seguro Popular no llegan a los centros y unidades oncológicas.

La especialista comentó que, cuando a una mujer se le diagnostica cáncer, tarda hasta siete meses en recibir tratamiento.

La Norma Oficial Mexicana 041 para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama (NOM 041) que es de carácter obligatorio, establece que 90 por ciento de las pacientes debe iniciar tratamiento en menos de 15 días después de confirmado el diagnóstico.

La cobertura es baja, de solo 20 por ciento de mastografía de tamizaje (para detectar cáncer), y el problema es el control de calidad, porque no podemos saber con seguridad si donde se realizan los estudios son lugares confiables, aseveró la investigadora.

Las unidades participantes fueron los centros estatales de cancerología de Durango, Chihuahua, Veracruz y Morelia; así como los institutos de cancerología sinaloense, jalisciense y de Colima, además del Incan.

También participaron los hospitales de oncología de Sonora, General de Querétaro, General de México, Regional de Alta Especialidad de Villahermosa, así como la Unidad de Oncología de Mexicali. Las carencias Ni Veracruz ni Sinaloa ni Baja California ni Querétaro ni Tabasco tienen mastógrafos, indicó Unger.

En Durango hay uno, y es análogo; en cuanto equipo de ultrasonido mamario, hay dos que no funcionan, uno en el Instituto Estatal de Cancerología de Colima y el otro en el Centro Estatal de Veracruz. El Instituto Sinaloense de Cancerología y el Centro Estatal de Cancerología de Veracruz, detalló, no cuentan con departamento de imagen mamaria, así que tampoco pueden realizar mastografías y ultrasonidos mamarios.

Además, en casi la mitad de los centros no existe el servicio de rehabilitación, por lo que no es posible ofrecer esta parte integral del tratamiento, tal como recomienda la NOM 041-2011. No hay servicio de cuidados paliativos en el Hospital General de Querétaro ni en el Centro Estatal de Chihuahua.

Los dos centros en los que el estudio reflejó mayores percepciones de funcionamiento incompleto son el Hospital Regional de Alta Especialidad de Tabasco y el Hospital General de México.

Con excepción del Incan, los centros oncológicos mexicanos no ofrecen el servicio de reconstrucción mamaria. Solo 7 por ciento de las afectadas recibió este tipo de cirugía y 41 por ciento de las mujeres mencionó que jamás se lo ofrecieron

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